06 marzo, 2012

Un día en las carreras

Algo ha llovido ya desde entonces, bueno no, que este año ha llovido a penas, vamos, que lo que hoy  os vengo a contar es algo que pasó allá por mediados de noviembre del año pasado. De repente un día, en la página del Circuito de Monteblanco de Facebook, veo que cuelgan un anuncio de que la última prueba del campeonato nacional (o mejor dicho ibérico, ya que también se corrió en Portugal) de la Mini Challenge se va a disputar en el trazado onubense. Para un aficionado al motor, y si encima te apasiona el Mini, que vengan a correr al circuito "de casa" es como para un católico practicante que venga el Santo Padre a su ciudad, o para un rockero ver a AC-DC por las fiestas de la Cinta en la Merced.


Pues lo dicho, ese día quedó marcado/reservado en el calendario. Peeero ahí no se acaba la cosa y es que más adelante descubrimos que no sólo vamos a poder disfrutar de la carrera, sino que además nos van a dejar probar unos Mini's.

El evento coincidía con la presentación y puesta de largo del nuevo modelo de la firma anglo-germana, el Mini Coupé. Derivado de dos plazas del Mini, con una caída descendente del techo dándole una silueta más deportiva que a la versión de 4 plazas y si a eso le sumamos un alerón escamoteable de forma automática según la velocidad o a merced de un botón para fardar con los colegas, nos queda un coche bastante resultón y pintoresco, poco útil, pero vamos, ya de por sí el Mini no es el rey de la practicidad, así que puestos a tener un coche-capricho, mejor liarse la manta a la cabeza y tirar por el Coupé.


La mañana empezó bien, con la primera y más larga de las tandas. A mediado de la carrera se empieza a ver cómo la gente se arremolina en torno a uno de los caminos-stand de la organización. En cuanto termina la carrera salimos disparados para el camión, ya que en él había unas amables azafatas apuntando al personal para las distintas pruebas, de los más variadas: conducción del Mini Countryman por un camino de tierra, con algún pequeño agujero y arena suelta; prueba del Mini en circuito, al azar entre el Clubman, Mini y Mini cabrio (entre ellos había un Clubman John Cooper Works); una divertida gincana y una prueba del Coupé por los alrededores del circuito (autopista básicamente).




La organización también facilitó a todos los poseedores de un Mini, fuera del año y época que fuera, dar unas vueltas al circuito.







Pues bien, fue tal la expectación que generó las pruebas de los coches, que la carrera pasó a un segundo plano. En mi caso, hice la gincana varias veces, ya que era los más llamativo y dónde poner a prueba el comportamiento del Mini.

La prueba consistía en una primera clase de conducción sobre mojado. Acelerando el coche al máximo en línea recta sobre asfalto mojado, había que sortear un letrero sin pisar el freno. La primera reacción que tiene uno es la de frenar y girar. Haciendo eso, te tragas el letrero sí o sí. El "truco" estaba en no frenar ni dejar de acelerar, apretando el pedal de freno sólo cuando ya se había sobrepasado el letrero para que el coche se detuviera recto y evitar el derrape y consecuente pérdida de control del coche sobre mojado.

La siguiente prueba era una simulación de conducción sobre hielo. A mi parecer se trataba de pintura blanca como la de los pasos de cebra que tanto gustan a los moteros cuando llueve, bastante regada. En esta ocasión de aceleraba a fondo sobre dicha superficie y al final de dicho carril delimitado por conos había una salida lateral. Lo primero que hace uno cuando ve la apertura es girar a tope el volante para salir, pero... error, el coche se iba recto, girando cuando ya se había derribado los conos del fondo. La manera de hacer esta prueba consistía en girar sólo medio volante y como tres metros antes de la apertura.

La verdad es que estos consejos y trucos se echan de menos cuando uno se saca el carnet de conducir, ya que son más necesarios que saber por ejemplo el color del humo de escape y la avería que se le relaciona...

Una vez terminadas las dos primeras pruebas de la gincana, que en mi caso fueron a bordo de un Mini Cabrio Cooper S automático (210cv), un Mini Countryman One D (90cv) y de un Mini Countryman Cooper D (112cv) ambos manuales; nos dirigimos a una zona del circuito delimitada por conos estratégicamente colocados señalizando los vértices de las curvas para un trazado óptimo, así como un slalom y varias zonas de conos a esquivar. En este caso, mejor verlo en vídeo, con el Countryman Cooper D:


Íbamos acompañados por un instructor que puso a prueba durante todo el recorrido la sujeción del asidero de la puerta y cuyos comentarios e indicaciones nuca supe si iban en serio o con cierto sarcasmo.

El recorrido por tierra con el Countryman se trataba de una pista de arena, bastante suelta en algunas zonas, con ciertos desniveles y baches y badenes por todo el recorrido, la unidad que tuve oportunidad de probar no equipaba la tracción a las cuatro ruedas (delantera con acoplamiento trasero en caso necesario mediante "diferencial" Haldex). La verdad es que el coche se desenvolvía bastante bien. Lo penalizaban unas suspensiones con unos recorridos muy cortos, pero que si tenemos en cuenta para el campo que pisará este coche cuando se venda, casi mejor que la dejen así, ya que en carretera tiene un comportamiento exquisito.

También dependerá en gran parte de las manos de el que lo lleve, porque por las inmediaciones había un Terrano 2 que en más de una ocasión tuvo que desenterrar a algún Mini 2WD. Los 4WD salían bastante airosos de las zonas más complicadas por sí solos la mayoría de las veces.

Al final me quedé sin poder probar el coche en el circuito libre, me pudieron las ansias de apuntarme a la gincana y luego llegué tarde a lo otro. Pero bueno, decir que fue un día fantástico. Felicito al circuito de Monteblanco por sus instalaciones (aunque a ver para cuando ponéis gradas...) y a Mini-- BMW por organizar este evento, que tomen nota el resto de marcas, ya que Volkswagen por ejemplo, organizo algo similar, pero sólo por invitación (decían que era por sorteo...), es decir, que fueron los familiares de las distintas concesiones y poco más, lo que si permitieron es que todos los poseedores de un Escarabajo pudieran exprimirlo en la pista. Se me pasó por la cabeza hacer algo de cutre-truñing al Panzerwagen para que se pareciera al Beatle, pero lo di por imposible y no creo que colara...

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